29 de noviembre de 2008

Perfiles de Río Caribe - Construcción sede de la Logia Masónica Estrella de Paria

La población de Rio Caribe es mayoritariamente católica. Aunque no asista con regularidad a la Iglesia, cumple con los preceptos de: bautizo y confirmación de los hijos, Primera Comunión, celebración de fiestas religiosas, imposición de Santos Oleos y Misas de Difuntos. Además de su Santa Iglesia Parroquial, constrída en 1.717, dedicada a su Patrono San Miguel Arcangel, tiene las Capillas del Calvario y la Ermita de la Virgen del Carmen. Algunas Residencias tienen bajo su cuido a las Imágenes de Santa Rita de Casia, el Santo Sepulcro, el Corazón de Jesús. Existen también imágenes de Santos, encofrados en sus cajas, que por períodos breves son asignados a familias para su veneración y aportes de limosnas que se colocan en compartimientos especiales. Existen Capillas en los pueblos cercanos, donde se celebran fiestas patronales y reciben visitas de los sacerdotes y de los obispos. Recientemente se construyó una bonita capilla en el cercano caserío de Las Charas. dedicado a San Pancracio, bajo el auspicio de la Familia Guerra Tineo.
Pero, simultáneamente, coexistían diversos núcleos de protestantes, prebisterianos, Testigos de Jehová y otra sectas, que los domingos se reúnían en sus locales y templos, para estudiar capítulos de la Biblia y entonar sus cánticos. Para entonces había una verdadera coexistencia religiosa, pero quedaba fuera un importante sector de la población, que practicaba los preceptos de la Fracmasonería, que cubría además de lo religioso, sus viejos tratados de hermandad, solidaridad y arraigo familiares. Sus practicantes trajeron ese tipo de Sociedad desde sus pueblos europeos y nuestros libertadores más conspicuos, eran masones reconocidos y defensores de sus derechos de vida, de pensamiento y de reunión libre. Como no contaban con un verdadero local de reuniones y tenían recursos económicos para financiar la construcción de un Templo especial, que contara con los ambientes necesarios para ejercer sus cultos, decidieron levantar un Edificio que cubriera sus aspiraciones..
Al efecto, compraron una parcela de terreno ubicada en los aledaños del pueblo, a la orillas del mar y sin construcciones en sus adyacencias, conocido para entonces como “El Poblado”. Se elaboraron proyectos y planos para que la edificación tuviera la suficiente fortaleza y se emplearan elementos de construcción de reciente descubrimiento y de mayor resistencia, tales como el cemento, el concreto armado y las parrillas metálicas para apoyar las columnas de las paredes. Se contrató un técnico español para dirigir las obras y se determinó la cantidad de maderas, piedras, arena, cal, tejas y demás elementos necesarios para la edificación.. El proyecto contemplaba siete salones de reuniones, de amplia capacidad para celebrar simultáneamente, actos relacionados con los estudios de la fracmasonería, ademas de pasillos de circulación, cocinas y baños, un patio central, un salón de acceso, una oficina de administración y paredes de separación alrededor de la edificación. 
Las columnas de pasillos, marcos de puertas, vigas de techo, puertas, dinteles y puertas, fueron elaborados con maderas duras extraídas de los bosques de Cachipal, la caña brava fue traída desde Tucupita en el Delta del Orinoco, las tejas fueron compradas en Conejeros en la Isla de Margarita, el cemento venía en barriles de madera desde Portland, Inglaterra y el resto de los materiales de construcción fue adquirido en el mercado local.
Se comenzó la obra con la apertura de zanjas para levantar un muro perimetral de concreto, reforzado con piedras y en el fondo, una parrilla de hierro que soportara el peso de la edificación. Sobre ese muro se levantaron paredes exteriores de 0.50 metros de ancho, hasta una altura de 6.00 metros y las divisiones interiores con paredes de 0.30 metros.
Rápidamente se ejecutó la construcción, complementada con 52 puertas que representan las semanas del año, con bisagras y ganchos de puertas con su correspondiente argolla se colocó el techo en forma de ele, rematado con caña brava fina, pisos de cemento, albañales del mismo material y gárgolas para recoger el agua de lluvia. Se terminó la obra con la pintura tanto del interior como del exterior y el sistema de iluminación de todas las áreas. Se pensó en todo y la obra lucía resplándeciente y distinguida. Las “tenidas de inauguración” fueron apoteósicas, contando con la asistencia de las autoridades de todas las demás Logias de Oriente y no se hicieron exténsivas al pueblo, por el carácter privado de las logias del mundo.
Durante años, el Templo de Logia cumplió su cometido, con la asidua concurrencia de los “hermanos masones” y se realizaron en ella frecuentes festividades, banquetes, recepción de nuevos miembros y actividades cónsonas con su espíritu y destino programadas.
Tal como sucedió con otras organizaciones, cuando el pueblo confrontó problemas económicos y sociales, ocasionadas por “el ciclón de 1.929”, vino la decadencia del pueblo y la ausencia de sus miembros, por muerte, emigración y mudanza a otras ciudades, la construcción sufrió el deterioro progresivo y finalmente hubo necesidad de vender el inmueble para atender las deudas y obligaciones acumuladas, habiéndosele adjudicado a la Familia Gómez Guerra que eran los principales acreedores de la Asociación. Ya para entonces todo el Sector estaba ocupado por construcciones de viviendas precarias y la Familia Gómez se vió obligada a dar en arrendamiento el inmueble. Cuando murieron los miembros principales de la Familia y se procedió a repartir los bienes, le correspondió La Logia a la Sra. Eva Gómez de Pérez, quien ante el abandono del inmueble y falta de demanda, permitió el fraccionamiento de la casa y esta se convirtió en siete casuchas divididas por tabiques y allí vivían más de 25 persones. 
Cuando la situación económica apremió, la propietaria decidió vender el inmueble y no surgió el comprador decidido y finalmente fue vendido al señor Victoriano Romero, quien posteriormente se lo vendió al señor Isaac Marval, quien debió efectuar una heroica labor de convencimiento para que las familias ocupantes las desalojaran y a medida que quedaban areas libres, procedía a eliminar tabiques y gallineros, hasta lograr al fín su costosa recuperación. Hoy día está ocupada por la Familia Marval, quien la conserva con gran parte de su esplendor original. 

19 de noviembre de 2008

Perfiles del Río Caribe Colonial - Teatro Elena

Juan María Paván fue un hombre inquieto y empecinado en emprender obras para el beneficio del pueblo de Río Caribe. La situación económica de la población había mejorado ostensiblemente, había demanda de trabajadores, había un entusiasmo colectivo. Urbanísticamente se impuso un orden, pero igualmente, las necesidades aumentaron, , especialmente en materia de salud, educación, seguridad pública, transporte, aseo urbano, camposantos, mercados públicos, pavimentación de calles, sitios de esparcimiento, desarrollo del deporte y en general, atender un cúmulo de carencias que no podían cubrirse solos, por los organismos del Gobierno. El pueblo empezó a presionar para que se crearan centros de recreación popular, tales como estadios, teatros, boulevares y mejoramiento de playa y balnearios. Aspiraban las familias que se atendiera suficientemente la cultura, para parangonarse con las ciudades más importantes del País. Paván acogió con beneplacito esas iniciativas y propugnó la construcción de plazas, paseos, bibliotecas, clubes y finalmente, puso su entusiasmo y empeño para que el pueblo contara con un Teatro Moderno para la época, dotado de todos los servicios, lujo y elegancia que lo hicieran resaltar sobre las ciudades cercanas. Buscó el concurso de la Municipalidad y de las clases pudientes de la Ciudad, así como de la población en general. Logró que la Asamblea de ediles le asignara un terreno baldío localizado en la Calle Rivero y enseguida Paván contrató los servicios de un arquitecto, para que elaborara un Proyecto de Teatro de Primera, tomándo como modelo al Teatro Caracas, de la ciudad Capital.
El Proyecto fue presentado y contó con la aprobación de la mayoría de la población. Para el financiamiento de la obra logró los aportes de los hacendados, los comerciantes del cacao y en pequeña proporción por las Autoridades Municipales y Estadales..
Se concibió el Teatro como un Coliseo lujoso y distinguido, para darle realce al pueblo. Se trajeron a la ciudad alarifes, técnicos , albañiles y carpinteros para efectuar la obra en el menor tiempo posible.
En dos años se efectuó la construcción y simultáneamente se fabricaron los muebles, los elementos de iluminación, cortinas, alfombras, telones del escenario y maromas y sirgas para su movilización, barandas de los balcones y puertas y ventanas de madera, vitrales y una colosal Araña de Luces que se colocó en el techo de la localidad de Patio, así como los elementos de lujo y ornato que requiere un Teatro de Categoría.
Cuando el Teatro estuvo listo, ya bautizado pomposamente como “Teatro Elena”, se programó minuciosamente la inauguración con una Temporada de Operas Clásicas, contratando para ello a los mejores artistas, músicos y cantantes del País. Se invitaron al acto inaugural a los representantes de las familias oligarcas de todas las regiones de la Nación y hasta del Exterior, las autoridades civiles y militares, eclesiásticas. Diplomaticos y representantes de varios paises. En el pueblo se contó con un abigarrado conjunto de personalidades que fueron invitados especialmente para la apertura. Ya para entonces los hombres y mujeres de recursos económicos contaban con trajes de trajes de lujo, traidos por los barcos cargueros de cacao desde París, Londres, Madrid, Nueva York y Berlín, perfumes y calzados finos y era usual de las familias ricas, la utilización de coches, victorias y landós que eran tirados por unos caballos de patas gruesas, anchas ancas y un pelamen denso, también traídos de Europa, que llamaban “percherones”, lujosamente enjaezados y conducidos por unos hombres uniformados de negro con polainas, gorro negro de tela, con ribetes blancos rizados y látigo de cuero .Esos hombres eran llamados “aurigas” y debían ser educados, atentos y serviciales, prestos para ayudar a los señores a subir a los carruajes con la ayuda de los escalones del vehiculo y debían esperar en las afueras del Teatro la terminación del espectaculo Los invitados de otras ciudades se alojaban en las residencias de los poderosos, como un proceso de reciprocidad cuando eran invitados a sus sedes..
El Teatro Elena estaba deslumbrante en su Acto Inaugural. La Sala de Entrada y los Pasillos de Circulación, cubiertos de finas alfombras, estaban inmaculados y adornados con flores. Los Balcones laterales, que estaban reservados para las familias ricas, eran cerrados con puertas de madera labrada y sus correspondientes alfombras y luces.. Contaban con una acústica perfecta y un campo visual privilegiado.
En los Intermedios se paseaban por los Pasillos los asistentes, para exhibir sus trajes y sus figuras y en esa oportunidad venían mucamas uniformadas y con cofias. trayendo jugos y refrescos para las damas y champaña para los caballeros, así como bocadillos finos.
La localidad de Patio era la más amplia y dotada de sillones de cuero con espaldares de raso. Para el publico grueso se levantó en la parte alta, casi llegándo al techo,un ambiente llamado Galería o Gallinero, al cual se accedía por una larga escalera, con precios asequibles a la población, pero se hacían exigencias en cuanto el vestuario y el calzado. La localidad de Patio colindaba con el Proscenio, construído en un nivel inferior para ubicar a los músicos, elementos indispensables para un local destinado a la ópera, la musica clásica y eventualmente para operetas y zarzuelas..
Las festividades de inauguración tuvieron su colofón con un baile de Regia Gala, en una de las casas lujosas, con la música de la Orquesta de Salón y el día anterior hubo un Banquete Espectacular en la Casa de Hacienda de una familia corsa. En todas esas actividades lucía como una estrella , Juan María Paván, propulsor de la idea.
Después de la inauguración el Teatro continuó sus actividades, presentando obras de teatro clásico y popular, siempre tratando de elevar el nivel cultural de la población y acostumbrarse a la buena música. Durante años se mantuvo en el mismo tenor, hasta que los tiempos cambiaron, disminuyeron los ingresos de la población y tenía más vigencia el cine, lo que hizo necesario cambiar de género. Ya había muerto Juan María Paván y hubo necesidad de sustituirlo por su hijo: Licho Paván, quien estaba en Caracas estudiando medicina, que debió suspender para dedicarse a administrar el negocio. Por largo tiempo se estuvieron proyectándo en el Teatro peliculas americanas, mejicanas argentinas y españolas, que debido al bajo precio de las localidades, volvió a traer un público numeroso. En contadas ocasiones presentaban a cantantes, bailarines y artistas latinoamericanos.
Con el tiempo, el local vino a menos y poco a poco se fue deteriorando, sin que los dueños procedieran a las reparaciones necesarias, hasta que finalmente, sucumbió al progreso y desapareció definitivamente hace unos 10 años.

18 de noviembre de 2008

Perfiles del Río Caribe Colonial - Juan María Pavan

Hay personas que vienen al mundo con el designio de ser líderes, ductores y guías de la comunidad donde se desenvuelven. Uno de esos personajes fue Juan María Paván, quien asumió en Río Caribe ese papel relevante. Entusiasmo a un grupo de corsos, paisanos suyos, para imponer orden en el desarrollo urbano y económico en una ciudad que crecía sin orden ni concierto. En efecto, cada habitante construía su casa en cualquier lugar baldío, tomaba el área que quería y orientaba la fachada hacia cualquier sitio. Por supuesto, al poco tiempo había un verdadero desorden urbano y se requería de una persona e institución que asumiera la autoridad en esa materia. Juan María tuvo ese poder de convicción para con sus vecinos y asesorado por un arquitecto, lograron elaborar un plano en el cual se establecía una vía principal, que se llamó Calle Larga, que se extendería desde el Puerto hasta la Iglesia, con dos vías vehiculares, una ancha jardinera donde crecerían árboles duraderos intercalados con plantas florales y en ambas orillas, calzadas peatonales de regular altura, para proteger de las aguas de lluvia y del fango. Se proyectaron calles paralelas con el mismo concepto de línea recta y callejones que comunicaban las vías que iban naciendo. Comenzaron los trabajos con mucho entusiasmo y los vecinos iban mudando sus casas y parcelas a orillas de vía y lo mismo hacían con las nuevas construcciones. Al poco tiempo se vio el cambio urbano, mejoraron las viviendas con la utilización de mejores materiales, techos de tejas en sustitución de la paja, se uniformaron las alturas de fachadas, se usaron pisos de piedra o de mosaicos, empezó a usarse con profusión la pintura de paredes interiores y exteriores, se colocaban puertas de madera y en general mejoró el urbanismo. Había trabajo para los albañiles y los obreros, los comercios vendían más material y la comunidad renovó el vestido y las costumbres ancestrales. Se comenzó en el Puerto con la construcción de la Plaza Sucre, con aceras de mosaico, tanto interna como externa, se sembraron árboles frutales y de ornato, se colocaron bancos para el descanso. Se convirtió el área como un oasis de solaz y recreación. El motor era Juan María Pavan, quien en alguna oportunidad encontrará a un verdadero historiador, que con documentos que reposan el la Diócesis y en el Concejo de Indias de la ciudad de Sevilla en España, pueda redactar la biografía de este pionero que aún no se le ha hecho el homenaje que merece. Las obras avanzaban, la nueva vía se abría camino, cada día se veía el cambio favorable y aunado a la bonanza económica que les daba la exportación del cacao y el empuje de una inmigración criolla y extranjera fue convirtiendo al pueblo en un polo de atracción. Siguieron llegando corsos, franceses, turcos, libaneses y hasta personas de la lejana China. Ya la población exigía lugares de recreación, de esparcimiento y entonces nació la necesidad de construir una Logia Masónica, un Centro de Salud y otras edificaciones acordes con el desarrollo obtenido. Surgió un grave problema en la extensión de la Calle Larga, ya que un antiguo propietario, de muchos meritos personales, médico oftalmólogo graduado en París, el Dr. Rausseo, y con una numerosa clientela que venían a verlo en el pueblo, desde las principales ciudades del País y hasta del Exterior, se opuso a la Avenida y no aceptó de ninguna forma orientar su casa al eje preconcebido y por ella la vía hoy aparece trunca, con una casa atravesada. De todos modos, el señor Juan María Pavan, mentor de la obra, no se arredro por lo sucedido y terminó hasta allí la Avenida que aún perdura, reconstruyó la Plaza Bolívar y mejoró la Iglesia. En el próximo capítulo trataré lo relativo a la construcción del Teatro Elena.

17 de noviembre de 2008

Cruz Malave

El riocaribero es un hombre trabajador, alegre, sincero, amable, embustero, polifacético y sobre todo, muy inteligente y honrado. Cruz Malavé, con su trabajo, logró ser propietario del único Hotel del pueblo, llamado pomposamente “Hotel Mauraco”, en honor al Río que alguna vez fue caudaloso y que ahora está seco y solamente aparece arrastrando cuanto encuentra a su paso, cuando las lluvias son copiosas en su cabecera. Los visitantes del pueblo eran pocos, especialmente comerciantes y Agentes Viajeros de las más importantes casas de comercio de Caracas. En esa actividad llegó al pueblo mi amigo Expedito Morales Ramírez, representante de la Casa Blohm para el Oriente y fue acogido por los propietarios del Hotel con beneplácito. Le gustó al huésped el ambiente familiar del albergue, su limpieza y especialmente su cocina, con platos sabrosos, gustosos, sanos y abundantes. El Chef de cocina era el famoso “Chofo”, reconocido como tal en todo el Oriente. Le asignaron una habitación con vista al jardín interior y muy ventilada. Por los avatares del viaje desde Caracas, Expedito se sintió indispuesto y llamó al propietario para preguntarle si había en el pueblo una persona que le aplicara una inyección contra la gripe. Malavé esbozó una sonrisa y le contestó con el acto de buscar en su habitación una cajita metálica que contenía una jeringa, alcohol y algodón y le dijo: Ud. Ha dado con el mejor inyectador del mundo, famoso por lo ligero de sus manos. Le inyectó la medicina con una poción mágica que al poco tiempo le quitó el malestar y. Expedito dio gracias a Dios por la existencia de un individuo que sabía de todo. En la mañana Expedito le preguntó a Cruz si podía recomendarle una buena Barbería, ya que deseaba cortarse el pelo. Nuevamente se sonrió Malavé y le respondió asiéndolo por el brazo, con toda confianza y lo llevó hasta un salón vecino, donde reposaba una flamante Silla de Barbería con sus correspondientes espejos y una mesita con los afeites, polvos y colonias y le comunicó sonriente: Ud. Ha dado con el mejor barbero del pueblo y especialista en cortes modernos. Lo sentó en la silla, le colocó un paño blanco impoluto y lo afeitó con especial deferencia, que dejó complacido a Expedito y abierto para una verdadera amistad. Se fueron a desayunar al comedor, haciendo comentarios sobre sus habilidades y al terminar el desayuno, Expedito le preguntó a Cruz si había una persona que le hiciera un viaje expreso hasta Carúpano, donde debía hacer varias diligencias. Malavé le respondió llamándolo con la mano hasta la puerta del Hotel y le dijo: Ud. ve ese carro Ford de dos tonos que está allí, es mío y con él hago yo dos viajes diarios a Carúpano. Así que Ud. Encontró el mejor chofer del mundo y conocedor de todas las direcciones. Se sorprendió Expedito y emprendió su viaje a la vecina ciudad, donde cumplió su cometido y regresó contento al Hotel. Una vez visitado a los diferentes clientes y efectuado los cobros pendientes, Expedito empezó a organizar su regreso a la Capital y como vio en un comercio, unas bonitas tallas en madera de pino, quiso traerle varias a su esposa, como regalo y nuevamente ocurrió a Malavé y le preguntó dónde podía lograr varias tallas tan bonitas. Este soltó la carcajada y le respondió tomándolo del brazo y lo llevó al sótano del Hotel, introduciéndolo en una habitación donde estaba ubicada una mesa-taller, con los instrumentos, navajas y cuchillos en uso y una hilera de figuras ya terminadas y otras a medio hacer y le dijo: Todas esas figuras las hago yo y si no le gustan las que existen, yo le hago por encargo las que quiera. Expedito no salía de su asombro, compró varias obras y encargó otras, haciendo cruces sobre lo polifacético del personaje, su simpatía e inteligencia. El siguiente día llevó Malavé a Carúpanp para tomar el avión a Caracas y al llegar a Puerto Santo, Expedito le manifestó su preocupación porque tenía vencida la licencia de conducir. Malavé frenó en seco y le dijo: Ud. es sortario, deme su licencia para renovársela, ya que tengo facultades para ello en virtud de que soy Inspector de Vehículos del Distrito Arismendi. Morales se la entregó e inmediatamente Cruz le colocó el sello oficial y firmó el documento. El amigo Morales se hacía cruces sobre lo extraordinario del personaje, se hicieron amigos y hasta compadres. Mensualmente le enviaba Malavé a Expedito su caja de dulces caseros, exquisitos al gusto, que elaboraban las Hermanas Suniaga. Nunca supo Expedito de las varias habilidades que cumplía Malavé como rezandero, poeta, cantante y bailarín. Así eran los riocariberos de entonces.

10 de noviembre de 2008

Arturo Hernandez

Don Nieves Arturo Hernández, que era su nombre completo, fue uno de esos seres que vinieron al mundo a ser un dechado de honradez, bondad, simpatía y generosidad. Fué un comerciante honesto que durante años mantuvo un negocio de compra venta de productos del campo, especialmente cacao y café, que combinaba con la venta de artefactos y materiales de ferretería, pintura y mercancias varias. Formó un hermoso hogar con la honorable dama Julia Grisanti de Hernández, también representante de esas familias de prosapia que se levantaron en el pueblo y tuvieron 4 hijos que siguieron el ejemplo de sus padres. Los varones son: el Dr. Arturo Hernández Grisanti, un distinguido abogado que durante muchos años fué un fogoso parlamentario, experto en cuestiones petroleras, habiendo sido Ministro de Minas e Hidrocarburos. Profesor Universitario, Dirigente Político y Embajador de Venezuela en varios países. Goza del aprecio de numerosas personas dentro y fuera del País y se mantiene como un técnico valioso para la República. El otro varón de la familia es Humberto Hernández Grisanti, un bizarro oficial de nuestras Fuerzas Armadas en el ramo del Ejército, donde alcanzó el alto grado de General de Brigada, habiendo ocupado elevados cargos en distintas guarniciones militares del País.Simultáneamente con su carrera militar,siguió estudios universitarios en el ramo del Derecho, habiendose graduado con muy buenas calificaciones. Al retirarse del Ejército por el vencimiento del tiempo de servicio, no ha querido ejercer su carrera de Abogado. Las dos hembras del matrimonio, Irmita y María Luisa, dos bellos ejemplares de la belleza criolla, se dedicaron inicialmente a la docencia y luego a la formación de sendos hogares que formaron con dos distinguidos profesionales. Don Arturo Hernández solía dar largos paseos por las calles del pueblo en compañía de su esposa, recibiendo el saludo de los miembros de la Comunidad, que sin distinción de personas les manifestaba su afecto y respeto.

3 de noviembre de 2008

Aljibes de Río Caribe

El tercer aljibe que se construyo en Río Caribe vino a satisfacer la necesidad del vital líquido en un vasto sector. Esta ubicado frente el lado izquierdo de la Iglesia y diariamente era visitado por los habitantes de Calle Piar, Sabaneta, Choro´Choro, Santa Bárbara, Las Charas, Avenida Bermúdez, Calle Nueva, Calle Rivero, Alrededores de la Iglesia y toda la Zona Periférica. Era el pozo más grande, dotado de un alto mural de protección y vigilancia permanente para evitar desmanes. Después del muro tenía una armazón de madera dura que abarcada toda la abertura del aljibe. De esa armazón se desprendían unas cabuyas que pasaban por 'motón' marinero que facilitaba traer desde el fondo, uno o dos baldes grandes de agua, con los que se llenaban los recipientes que traían los usuarios. Su zona de influencia era toda el área que hoy ocupa el 'Parque Miranda'. Los niños no podían ni acercarse al pozo, ya que era tan peligroso caerse desde arriba. Yo que era medio travieso logré colarme y asomarme al brocal y los que vi fue un pozo negro y profundo que al fondo brillaba como un mediecito. Llegaban burros y mulas a cargar sus barriles de agua y era todo un espectáculo ver la brega del emisario para cargar los animales. En efecto, al bajarse del burro o la mula, el jinete preparaba sendos lazos donde iba a colocar los barriles de 40 litros. Le pedía a alguien que le aguantara el burro mientras el colocaba y amarraba el barril de 40 litros. El ayudante seguía aguantando el sillón para que no se volteara y al burro para que no caminara. Daba la vuelta y subía el otro barril asegurandolo con los lazos que había hecho. Ya cargado el burro venía el proceso de equilibrar la carga y no era raro que con los movimientos del animal, las sogas se despegaran y entonces había que salvar los barriles, descargando el animal. Otras veces era por la cantidad de jumentos que llegaban, alguna o algunas estaban en celo y entonces el jumento se olvidaba de la carga y empezara la persecución de la burra buscapleito y por mas que el jinete le daba palos con una vara, el reclamo sexual predominaba y los burros presentaban su función natural. Apenas se puso en servicio el Acueducto, las familias que moraban en las calles adyacentes, que eran pudientes, se afiliaron rápidamente al servicio domiciliario y al poco tiempo, ya no tenía justificación el Aljebe y el Gobierno ordeno su cierre y en el área se construyo el actual Parque Miranda, con sus jardineras y aceras, al igual que Bancos de descanso. Quedó muy bonito y le dio realce al Sector, lo único es que durante muchos años no le colocaron la Estatua de Miranda y permaneció así hasta hace poco.,