2 de septiembre de 2008

Aprendizaje de un "arte" en Río Caribe (III)

Los " aprendices" de un "arte" en el pueblo tenían que pasar por un largo proceso, tal como se indicó en los capítulos anteriores. Los zapateros de "banca" eran los más sufridos y los peor remunerados. Para lograr sobrevivir se imponían jornadas de 10 y 12 horas de trabajo. Empezaban por recibir del patrono todo el material necesario para fabricar un par de zapatos: hormas, suela fuerte, plantilla, contrafuerte, puntera, cambrión. tacones,corte elaborado y en general todo el "agaje" sobre el cual debía trabajar para convertirlos en un par de calzado. El "maestro" se sentaba en una silla baja elaborada con tiras de suela, frente a un cajón que tenía encima los implementos de trabajo.. El material de suela se introducía en una gran ponchera que contenía agua, para así aflojar el duro bagaje. A medida que fuera necesitando las piezas que estaban en remojo, las colocaba sobre una vieja plancha que descansaba en su muslo y con el martillo especial le iba dando golpes hasta emparejarlo. Enseguida tomaba la horma y le adhería al fondo de la misma el pedazo de suela, asegurándolo con tachuelas y a continuación emparejaba el material con la horma y usando un filoso cuchillo de zapatería afilado en extremo. Terminada esa fase, procedía a abrirle una pequeña zanja para indicar el lugar por donde se asegurará el corte a la suela, mediante una costura con hilo encerado que se pasaba por el agujero abierto con la lezna. Una vez emplantillado el zapato venía la colocación de la " suela firme", que era un material más duro aplanado también a martillazos. Ya colocada esta, se aseguraba también con tachuelas, se emparejaba con el cuchillo y se le abría por la orilla una ranura que indicaba el camino de la lezna en el cosido definitivo. Terminado el cosido viene la colocación del tacón y el cierre de la ranura con almidón y a continuación raspar con vidrio de botella la superficie lisa y luego del lijado se procede al "empavonado", limpieza del calzado para su entrega al patrono y recibir Bs. 1.50 que era el pago por su trabajo, siempre y cuando quedara satisfecho de la labor.. Todas estas fases del trabajo debía irlas asimilando el aprendiz, hasta tanto "el maestro" consideraba que era un operario competente.. Ese proceso duraba unos 3 ó 4 años sin pago alguno por su trabajo.
> Ese patrón de aprendizaje era similar para todas las "artes" y debía guardarse el debido respeto al "maestro" en toda la vida. Para la carpintería había tres opciones: ebanista o sea, fabricante de muebles, carpintero de construcción de casas y carpintero de rivera, que fabrica botes y barcos. Los albañiles debían aprender a conocer los materiales, conocer las proporciones de la mezcla y su batido y humedad correspondiente. También había su separación en albañiles de remiendo, albañiles de muros y paredes y albañiles constructores de casas. No sigo narrando las fases de las distintas profesiones, porque haría muy largo el relato, pero había en el pueblo maestros: mecánicos, talabarteros, pintores, alpargateros, alfareros, fogateros y otras "artes" y "oficios" que entonces se practicaban en mi pueblo.

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