El auge del movimiento scout en Río Caribe continuó en ascenso durante mucho tiempo, máxime cuando se introdujo una modificación de las Reglamentos y se permitió el ingreso de personas de mayor edad, catalogándolos como RANGER BOY SCOUTS y bajo el apoyo de Misael Morán se incorporaron: Rafael Malavé, Enrique Fernández, Ramón Chivito, Diogenes y Eleazar Ruíz, Luis Meneses Maiz, Pablo Meneses, Juan Salvador Rodriguez, Toñito El Turco, Tito Fuentes y unos doce más que no puedo identificar. A los uniformes se le agregaron, un pañuelo rojo que se ataba al cuello y una cantimplora de aluminio forrada en cuero , que se colgaban del correaje. También se agregaron banderas y los signos o escudos en forma de Flor de Lys, con el nombre de Boy Scouts que se bordaban en las mangas y en las hebillas de las correas que sujetaban los pantalones.
El movimiento se hizo más elitesco, aunque los hijos de ricos y pudientes no se incorporaron, al mismo. Entonces la tropa lo formaban, en su mayoría, los muchachos de clase media, ya que los ricos no entraban y los pobres no podían. Hubo los grados de; Scout Mayor, Scout Auxiliar, Abanderados, Tambor Mayor y Tambores Auxiliares. Corneta Mayor y Músicos. A través de sonidos, pitos y cornetazos se impartían las órdenes.
A la sombra del movimiento scout se programaban visitas a otras tropas, localizadas en Carúpamo, Irapa, Yaguaraparo, Guiria y Margarita y a su vera se organizó un viaje de cuatro rangers a pié hasta Caracas y regreso. Siempre a pié porque un scut no podía apelar a medios de transporte, según los Reglamentos. Salieron un domingo: Enrique Fernández, Ramón Chivito, Luis Meneses Maiz y Toñito El Turco.a ese viaje que constituyó una hazaña. Llevaban oficios y libros de ruta para, que las autoridades de los pueblos y ciudades por donde pasaban, señalaran con sellos y firmas, los pasos de su periplo, así como las ayudas que le otorgaban.
Tardaron tres meses en el viaje de ida y vuelta, pasaron vicisitudes, se les rompieron los zapatos y alpargatas, se reventaron los chinchorros y fueron atacados por salteadores, pero siguieron su viaje hasta regresar triunfantes al pueblo, siendo recibidos como héroes.
A Misael Morán Martínez lo sucedió Enrique Fernández, quien continuó la labor emprendida y asesoró a Josefina Luciani para crear las GIRLS SCOUT, de quien me ocuparé en próximos capitulos.
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